Cada fotografía tenía una amplia y muy interesante historia que contar.
De modo que cada fotografía capturaba el momento exacto en el que la historia estaba en su momento cúspide, el momento y la toma perfecta.
De las 10 fotografías que presentaron, mi favorita fue la de la niña bañándose a orillas del Mar Muerto con un hermoso horizonte pintado de colores que emanaba el sol al atardecer.
Es una foto realmente hermosa; la combinación de colores (las piedras de la orilla, el azul del mar y sus matices tonales, el horizonte rosado) da como resultado una foto que desprende un sentimiento de paz y armonía, tranquilidad y despreocupación, tal como está representada en la niña que está acostada bañándose a la orilla del Mar Muerto.
Todo lo que representa políticamente el Mar Muerto en realidad es un panorama denso como sus mismas aguas ya que se encuentra entre naciones rivales y en constante guerra. De modo que el captar un momento tan relajante en ese lugar resultó el reto perfecto para el fotógrafo.
El fotógrafo responsable de este momento se llama Paolo Pellegrin.
Otra foto que me gustó fue la de la mujer afgana en labor de parto en medio del desierto.
Siento que esa fotografía tiene mucha connotación ya que uno se da cuenta que está dando a luz en ese momento.
El hecho de que estén las 2 mujeres con las caras tapadas y que la mujer en labor de parto continúe con la túnica a pesar de estar en ese momento tan fuerte significa mucho para lo que su cultura representa.
Además los colores de sus túnicas emergen de las arenas y montañas del horizonte y del azul del cielo.
En verdad considero una muy buena foto, dado que la fotógrafa tuvo un golpe de suerte y supo aprovecharlo de inmediato.
La fotógrafa se llama Lindsey Addario. Es una fotoperiodista que se enfoca en conflictos con los derechos humanos, especialmente los derechos de las mujeres.
Se encontraba haciendo un reportaje de las mujeres en Afganistán cuando se encontró con este escenario perfecto para eso.
De las 10 fotografías que presentaron, mi favorita fue la de la niña bañándose a orillas del Mar Muerto con un hermoso horizonte pintado de colores que emanaba el sol al atardecer.
Es una foto realmente hermosa; la combinación de colores (las piedras de la orilla, el azul del mar y sus matices tonales, el horizonte rosado) da como resultado una foto que desprende un sentimiento de paz y armonía, tranquilidad y despreocupación, tal como está representada en la niña que está acostada bañándose a la orilla del Mar Muerto.
Todo lo que representa políticamente el Mar Muerto en realidad es un panorama denso como sus mismas aguas ya que se encuentra entre naciones rivales y en constante guerra. De modo que el captar un momento tan relajante en ese lugar resultó el reto perfecto para el fotógrafo.
El fotógrafo responsable de este momento se llama Paolo Pellegrin.
Estudió en el Instituto de Fotografía en Roma. Después empezó a trabajar como fotoperiodista internacional para distintas publicaciones.
Actualmente trabaja para la revista Newsweek y vive entre Roma y Nueva York
Otra foto que me gustó fue la de la mujer afgana en labor de parto en medio del desierto.
Siento que esa fotografía tiene mucha connotación ya que uno se da cuenta que está dando a luz en ese momento.
El hecho de que estén las 2 mujeres con las caras tapadas y que la mujer en labor de parto continúe con la túnica a pesar de estar en ese momento tan fuerte significa mucho para lo que su cultura representa.
Además los colores de sus túnicas emergen de las arenas y montañas del horizonte y del azul del cielo.
En verdad considero una muy buena foto, dado que la fotógrafa tuvo un golpe de suerte y supo aprovecharlo de inmediato.
La fotógrafa se llama Lindsey Addario. Es una fotoperiodista que se enfoca en conflictos con los derechos humanos, especialmente los derechos de las mujeres.
Se encontraba haciendo un reportaje de las mujeres en Afganistán cuando se encontró con este escenario perfecto para eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario